Patología podológica

viernes, 15 de enero de 2021

Perniosis, eritema pernio, sabañón

El vocablo «pernio» significa sabañón, y el término «perniosis» define un cuadro clínico que se caracteriza por lesiones inflamatorias, eritematosas y a menudo pruriginosas que, con una localización acral, se desencadenan con el frío.

Se sabe que la perniosis puede verse como un trastorno aislado en un individuo por otra parte sano, o bien en el contexto de diversas enfermedades, como la anorexia nerviosa, el lupus eritematoso o diversas neoplasias hematológicas, entre otras.

Mecanismo patogénico y factores predisponentes

El mecanismo patogénico por el que aparecen las lesiones de perniosis sigue siendo un misterio. En los individuos normales la exposición a un frío moderado induce a la vasoconstricción, que es seguida de una vasodilatación con el fin de mantener la perfusión adecuada de la piel. Por el contrario, en los individuos afectos de perniosis el frío induce una constricción prolongada de las arteriolas de la piel más grandes y una dilatación persistente de los vasos más pequeños y superficiales. Probablemente esta respuesta anómala de la microcirculación de la piel al frío se debe a un trastorno intrínseco de la propia microcirculación y no reside en anomalías, al menos estructurales, del sistema de inervación de la misma.

Las lesiones de perniosis no requieren para su desarrollo la existencia de condiciones térmicas extremas. Pueden aparecer ya en el otoño, cuando el tiempo es frío y húmedo; como es obvio, durante el invierno, y en ocasiones, hasta en primavera. La humedad parece ser uno de los factores más importantes, ya que esta aumenta la conductividad del aire e incrementa la sensación de frío

Factores ambientales: humedad y frío 

Profesiones en las que se manipulan alimentos fríos y húmedos 

Calzar botas de agua 

 

Enfermedades: 

Asociadas a bajo peso corporal 

Anorexia nerviosa 

Celiaquía 

Neoplásicas 

Síndrome mielodisplásico 

Metástasis de carcinoma de mama 

Autoinmunes 

Lupus eritematoso (perniosis lúpica) 

Síndrome de Sjögren 

Síndrome antifosfolípido 

Genéticas 

Síndrome de Aircadi-Goutières 

Enfermedad microgeódica (niños) 

Fumadoras de crack

Manifestaciones clínicas


Nos encontramos ante pápulas, placas o nódulos violáceos, de distribución bilateral y simétrica, que con frecuencia asientan en la cara dorsal y lateral de los dedos de las manos, aunque también pueden verse en los dedos de los pies, la superficie palmoplantar, los talones, la nariz o los pabellones. Los pacientes pueden manifestar sensación de dolor, escozor o prurito en las zonas afectadas, y si el daño es intenso pueden aparecer ampollas como consecuencia del edema en la dermis. Las complicaciones pueden ser locales en forma de fisuras dolorosas, sobreinfección o la formación de verdades úlceras. Las lesiones duran algunas semanas, si bien es posible el advenimiento de brotes sucesivos a lo largo del mismo invierno. Los episodios pueden repetirse durante unos años, tras los cuales a menudo se alcanza la curación definitiva. En ausencia de tratamiento, las lesiones curan de forma espontánea, sin secuelas.

Diagnóstico

El diagnóstico de esta entidad es clínico. La historia clínica y la observación de lesiones características permitirán llegar al diagnóstico en la mayor parte de las ocasiones. En caso de duda, la realización de una biopsia puede resultar de ayuda.

Diagnóstico diferencial

  • Congelaciones
  • Acrocianosis y fenómeno de Raynaud
  • Lesiones perniosiformes en el lupus eritematoso o perniosis lúpica
  • Vasculitis y seudovasculitis
  • Lupus pernio
  • Acroqueratosis paraneoplásica de Bazex
  • Enfermedad microgeódica
  • Lesiones perniosiformes en fumadoras de crack
  • Lesiones perniosiformes por dermatófitos

Tratamiento

El tratamiento de la perniosis, sea cual sea la situación clínica en la que se desarrolle, es bastante decepcionante. En primer lugar, las medidas de protección al frío mediante la indumentaria adecuada y el acondicionamiento térmico de las habitaciones del hogar siempre resultarán determinantes a la hora de reducir la frecuencia de los brotes. En la literatura se recoge la eficacia empírica de la aplicación tópica de los corticoides, el ácido nicotínico o el minoxidilo.

A nivel preventivo la crema más empleada en la actualidad es Mahiou, una vez que se presentan las lesiones dérmicas se pauta de forma oclusiva durante la noche junto a masajes en miembro inferior para facilitar la circulación sanguínea.

En casos en que las lesiones producen sintomatología como el prúrito exacerbado, pautamos antigrietun pomada, aunque últimamente estamos teniendo problemas con su distribución en las farmacias. En caso de no estar disponible pautamos clovate 0,5 mg/g.

 

1.     D.K. Goette. Chilblains (perniosis). J Am Acad Dermatol, 23 (1990), pp. 257-262. 

2.     A.K. Patra, D.P. Ramadasan. Diltiazem vs. nifedipine in chilblains: A clinical trial. Indian J Dermatol Venereol Leprol, 69 (2003), pp. 209-211

3.     I.BielsaMarsol/SeminFundEspReumatol.2012;13(2):55–61


lunes, 27 de enero de 2020

Línea de Feiss

Prueba empleada para valorar el tipo de pie que estamos tratando.

Se valora en carga, se marca el borde del maleolo tibial, la cara medial de la primera metatarso falángica y por último la tuberosidad del escafoides. Se unen los dos puntos con una línea.

Resultado:

Escafoides queda por encima de la línea de Feiss: pie cavo/supinado.

Queda por debajo de la línea: pie plano/pronado.

Si la línea cruza el punto del escafoides: Se considera un valor normal. Neutro.

Imagen relacionadaImagen relacionada

Esguince de tobillo o entorsis

La entorsis, también llamada esguince de tobillo, es la lesión musculoesquelética más común en personas que practican actividades físicas deportivas, recreativas, de ocio, de atención primaria y del departamento de emergencia.

Se define como entorsis de tobillo cuando uno o más ligamentos del tobillo están desgarrados o parcialmente desgarrados.

La entorsis puede ocurrir por diversos mecanismos de lesión; las lesiones por inversión son el tipo más común y dan como resultado el estiramiento de los ligamentos del lado lateral del pie, comúnmente el ligamento peroneoastragalino anterior y el peroneocalcáno; con menos frecuencia los ligamentos mediales, en concreto el ligamento deltoideo y la sindesmosis, lesión de la membrana interósea que une tibia y peroné, produciéndose de forma aislada o asociada con una fractura del peroné.

Las lesiones de ligamentos se clasifican por su severidad:

- Grado I, leve: ligero estiramiento del ligamento sin desgarre.

- Grado II, moderado: lesiones parciales sin inestabilidad de articulación. Desgarro parcial de los ligamentos, hinchazón moderada, equimosis y sensibilidad.

- Grado III, severo: lesión con rotura completa del ligamento. Severa hinchazón, equimosis y dolor.

Resultado de imagen de entorsis tobillo
Las lesiones de entorsis por inversión involucran alrededor del 25 % de todas las lesiones del sistema musculoesquelético y el 50 % de todas las lesiones relacionadas con el deporte.


Las características más importantes del examen físico son los signos Celsius: tumefacción, rubor, calor y dolor; incluyendo también el llamado quinto signo o signo de Virchow: pérdida o disminución de la función.

Un examen físico después de 4-5 días de la lesión proporciona un diagnóstico más eficaz y fiable, ya que en el examen dentro de las 48 horas posteriores al traumatismo, debido a la difusión del lugar de dolor e hinchazón, es difícil diferenciar hematoma de edema y las respectivas pruebas son poco fiables. 

Alrededor del 60 % de los pacientes con una lesión del ligamento lateral tienen dolor en la palpación a nivel del maléolo medial y en la palpación debido al desgarro de la zona. La capacidad de caminar de nuevo dentro de 48 horas indica un buen pronóstico.

En la próxima entrada veremos las maniobras clínicas más empleadas para su diagnóstico y su tratamiento.

viernes, 13 de enero de 2017

Larva migrans

La larva cutánea migratoria es la dermatosis de origen tropical adquirida más frecuente, diagnosticándose en nuestro medio sobre todo en turistas. La piel supone el órgano diana, siendo los pies el lugar afectado en más del 50% de los casos, seguidos de nalgas y muslos.
Estos parásitos tienen en perros y gatos sus huéspedes naturales, concretamente a nivel intestinal, siendo el ser humano un huésped accidental donde no cumplen ningún paso evolutivo en su ciclo vital. Las formas larvarias filariformes penetran a través de la piel intacta y permanecen durante semanas o meses en el estrato cutáneo del anfitrión originando túneles serpenteantes a través de la unión dermoepidérmica, avanzando a razón de 2,7 mm al día. De esta forma, el túnel suele tener unas dimensiones de varios centímetros de longitud, con 2-4 mm de anchura. 
Como tratamiento farmacológico destacan la ivermectina y el albendazol de administración oral, así como el papel del tiabendazol como tratamiento tópico.
El uso de fármacos como los antihistamínicos puede ayudar a controlar el prurito.
La ivermectina se emplea a dosis única a 200 g por kilogramo de peso, comunicándose tasas de éxito del 77-100%.
Resultado de imagen de larva migrans 

Rev Esp Podol. 2016;27(2):82---85

jueves, 12 de enero de 2017

Uña en cuchara(coilos: cuchara). Curvatura hacia arriba, formando una concavidad superior, que puede retener una gota de agua (signo de la gota de agua). 
La superficie refleja la causa: 
  • Lisas y delgadas- falta de hierro.
  • Engrosadas- diabetes.
  • Adelgazada- síndrome uña-rótula.

Etiología:
  • Idiopáticas: 
      • hereditarias
      • moniletrix 
      • síndrome uña-rótula.
  • Adquiridas: 
      • Anemia ferropénica. Deficiencia de hierro.
      •  Diabetes
      • Profesional: disolventes, ácidos, álcalis, petróleo. 
      • Avitaminosis: B2 y C
      • Dermatosis: psoriasis, liquen, alopecia areata, porfirias, micosis.
      • Transplante renal.
      • Niños: es corriente en niños en las uñas de los pies. Es transitorio.
 Resultado de imagen de Coiloniquia

miércoles, 11 de enero de 2017

Fibromatosis plantar(enfermedad de Ledderhose)

La fibromatosis plantar (FP) es un desorden en la proliferación del tejido fibroso caracterizado por un  reemplazo de elementos de la aponeurosis plantar por un tejido fibroso anormal. El comportamiento de la  FP tiende a ser benigno pero en algunas ocasiones puede ser localmente agresivo con invasión de la piel o  estructuras profundas.1
En 1832 Dupuytren comunicó la presencia de lesiones plantares y palmares en trabajadores, además identifi có una tendencia familiar y notó una predilección por el desarrollo simultáneo. Sin embargo, fue hasta 1897 cuando Ledderhose observó los mismos cambios en la fascia plantar que Dupuytren encontró en la mano.

 Epidemiología
La fibromatosis de Ledderhose se considera como una enfermedad rara, menos de 200,000 personas de la  población de Estados Unidos de América la padecen. No obstante, otros autores señalan que esta enfermedad es relativamente común y que la contractura plantar se desarrolla en aproximadamente 25% de los individuos de mediana edad o ancianos. La población de raza blanca y de sexo masculino es la más afectada. La edad de presentación va desde la infancia hasta la sexta década de la vida, aunque es más común en adultos jóvenes.2

Etiología
La causa de la fibromatosis plantar se desconoce, pero ciertos factores como: trauma, neuropatía, trastornos
endocrinos, epilepsia y predisposición para desórdenes fibrosos (Contractura de Dupuytren, periartrosis  humeral, cicatrices queloides, cojinetes cutáneos) han sido implicados en la etiología.1

Clínica
La FP inicia como una neoformación única o múltiple, de 0.5 a 3 cm de diámetro, en la fascia plantar, no dolorosa, con margen inferior bien definido, que infiltra hacia tejidos más profundos en forma lenta. Los síntomas se presentan cuando la lesión alcanza un mayor tamaño o como resultado de la infiltración en el tejido neurovascular. Generalmente no ocurre contractura de los dedos, pero puede haberla, si se afecta la hoja del tendón flexor del segundo dedo.2

Tratamiento 
El tratamiento inicial incluye: antiinfl amatorios, modificación de las actividades tanto laborales como recreativas, inyección de corticosteroides en la lesión, órtesis hechas a la medida y terapia física. Estas modalidades frecuentemente no alteran la progresión, pero pueden disminuir los síntomas de los pacientes a un nivel más tolerable. El manejo quirúrgico se indica cuando el tratamiento médico no es efectivo, es un reto debido a que el tumor puede involucrar a las estructuras neurovasculares profundas. Existe una alta recurrencia después de la escisión local por lo que se recomienda que ésta sea amplia. La escisión subtotal de la fascia plantar debe realizarse con márgenes amplios, preferentemente 1.5 cm de tejido normal.2
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Bibliografía 
1.   Rev Cent Dermatol Pascua • Vol. 14, Núm. 2 • May-Ago 2005.  Martínez EV y cols. Fibromatosis plantar superficial.
2.  Rev Cent Dermatol Pascua • Vol. 21, Núm. 1 • Ene-Abr 2012. Martínez EV y cols. Fibromatosis plantar o enfermedad de Ledderhose.
3. Med Cutan Iber Lat Am 2011;39(4):190-192. F Valdés Tascón. Fibromatosis plantar.