Patología podológica

viernes, 13 de enero de 2017

Larva migrans

La larva cutánea migratoria es la dermatosis de origen tropical adquirida más frecuente, diagnosticándose en nuestro medio sobre todo en turistas. La piel supone el órgano diana, siendo los pies el lugar afectado en más del 50% de los casos, seguidos de nalgas y muslos.
Estos parásitos tienen en perros y gatos sus huéspedes naturales, concretamente a nivel intestinal, siendo el ser humano un huésped accidental donde no cumplen ningún paso evolutivo en su ciclo vital. Las formas larvarias filariformes penetran a través de la piel intacta y permanecen durante semanas o meses en el estrato cutáneo del anfitrión originando túneles serpenteantes a través de la unión dermoepidérmica, avanzando a razón de 2,7 mm al día. De esta forma, el túnel suele tener unas dimensiones de varios centímetros de longitud, con 2-4 mm de anchura. 
Como tratamiento farmacológico destacan la ivermectina y el albendazol de administración oral, así como el papel del tiabendazol como tratamiento tópico.
El uso de fármacos como los antihistamínicos puede ayudar a controlar el prurito.
La ivermectina se emplea a dosis única a 200 g por kilogramo de peso, comunicándose tasas de éxito del 77-100%.
Resultado de imagen de larva migrans 

Rev Esp Podol. 2016;27(2):82---85

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