Patología podológica

martes, 12 de mayo de 2015

Neuroma de Morton

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Generalidades:
La Enf. de Morton, neuritis de Morton, pododinia, neuralgia metatarsiana o neuralgia plantar del antepié fue descrita por Durlacker, cirujano-pedicuro de la reina, en 1845 . Sin embargo, fue Thomas Morton en 1876, quien publicó las primeras series.
El término de neuroma es impropio pues no se trata de un proceso tumoral, sino de un proceso degenerativo con una hipertrofia nodular o fusiforme que se extiende sobre las ramas de división del nervio englobado en una fibrosis regional en formas evolucionadas. Esta enfermedad afecta sobre todo a mujeres de alrededor de 50 años, sin predominio de lateralidad.





Etiología:
La etiología es fundamentalmente mecánica como en los pies cavos, antepies planos o convexos, portadores de zapatos puntiagudos, con tacones altos, etc. 

Patogenia:
Los nervios interdigitales proceden del nervio plantar interno y externo, ramas del tibial posterior. El plantar interno da ramas para los tres primeros dedos y cara tibial del cuarto, el plantar externo para el cuarto y los dos colaterales del quinto, pero en el tercer espacio el plantar interno recibe una rama colateral del plantar externo lo que produce un compromiso de espacio, que sumado a la mayor movilidad relativa de las cabezas metatarsianas a este nivel y compresiones extrínsecas como las provocadas por determinados calzados, explicaría que éste sea el nervio más frecuentemente lesionado.
El nervio es comprimido entre el ligamento transverso intermetatarsiano y el ligamento transverso interdigital, con mayor afectación si se asocia alguna lesión de vecindad como una bursitis, tendinopatía del lumbrical o quiste sinovial, a lo cual se añade además el hecho del desplazamiento del nervio contra el ligamento metatarsiano transverso al final de la fase postural con la dorsiflexión de los dedos, por lo que se podría decir que la patogenia es sobre todo la de un síndrome canalicular, asociada tal vez a una isquemia.
Mann y Reynolds sin embargo encontraron aproximadamente el mismo número de neuromas en el segundo y tercer espacio interdigital , lo cual pone en duda esta patogenia.

Clínica:
La manifestación clínica más frecuente es dolor difuso en el antepié sin poder generalmente delimitarlo al espacio interóseo correspondiente.
Otras veces se manifiesta como un dolor que aparece bruscamente localizado en la parte distal del espacio intermetatarsiano, tanto dorsal como plantar, que algunas veces el paciente compara con sensación de descarga eléctrica, parestesias o quemadura y que se agrava con la carga y a la palpación del espacio interdigital, dificulta mucho la marcha y el paciente nota alivio descalzándose y masajeándose el antepié.
Otras formas de manifestación son como de arenillas, pliegue de calcetín o dolor en cara lateral del tobillo por sobrecarga prolongada para disminuir el apoyo en el espacio interóseo.

Exploración :
El signo más característico es el dolor que provoca el pinzamiento dorso-plantar realizado con dos dedos aplicados en el espacio intermetatarsiano por detrás de las cabezas de los metatarsianos.
Se debería realizar la misma exploración en la articulación metatarso-falángica para distinguir si realmente el dolor se localiza en el espacio intermetatarsiano o se debe a patología periarticular. Sólo en aproximadamente la mitad de los casos el signo de Mulder es positivo.
En la próxima entrada veremos su diagnóstico y tratamiento.

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