Patología podológica

sábado, 25 de abril de 2015

Dolor nocturno

A medida que la patología arterial va progresando y se hace más obstructiva, el patrón del dolor cambia y ya no aparece solamente al caminar. También aparece en reposo.

Si exploramos al paciente que presenta este síntoma, normalmente encontraremos otros signos de isquemia crónica: falta de pelo en las piernas, palidez cutánea, deficiencia o ausencia de pulsos, distrofia ungueal y atrofia muscular.

El dolor abarca el pie y los dedos del mismo, habitualmente por la noche, cuando el paciente está estirado en la cama y la presión sanguínea disminuye para igualar las necesidades metabólicas básicas.

Los pacientes que presentan dolor nocturno explican que levantarse de la cama y caminar un trayecto corto en su domicilio les alivia el dolor, en contraste con pacientes en los estadios tempranos de la enfermedad arterial periférica que experimentan dolor al caminar.

El dolor normalmente empieza en localización distal respecto a la obstrucción, avanzando proximalmente cuando la isquemia progresa.

En los estadíos muy avanzados, cuando aparece necrosis gangrenada, se produce un déficit sensorial y el dolor se alivia, dando lugar a una insensibilidad, que pone en peligro el resto de la extremidad.

Al final del proceso el paciente suele dormir sentado en el sofá, lo que le provoca un edema postural importante en los pies. Este, al contrario del edema venoso, aparece muy marcado a primera hora de la mañana.

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