Patología podológica

miércoles, 22 de abril de 2015

Heel Rise Test o Test de puntillas

DESCRIPCIÓN DE LA MANIOBRA

El paciente se debe colocar en bipedestación con su ángulo de marcha y base de sustentación (está puede determinarse mediante la exploración de la marcha). A continuación, se le pide que eleve ambos talones hasta tanto como sea posible, cada dos segundos y se anota el número de repeticiones realizadas. Esta maniobra puede realizarse de forma doble, es decir, el paciente se encuentra con ambos pies apoyados en el suelo, o de forma simple donde el paciente está con una pierna apoyada y la otra en el aire, realizando la elevación de la pierna en apoyo. En ambas formas el paciente puede utilizar los dedos de la mano para mantener el equilibrio pero no para asistir el movimiento. Se contarán tantas repeticiones de elevación como realice y se dará por concluida la maniobra cuando se produzcan alguno de los siguientes supuestos:

  1. El paciente presiona con su mano para asistir el movimiento.
  2. El paciente flexiona las rodillas a la hora de realizar el movimiento.
  3. El  paciente al colocarse de puntillas realiza un rango de plantarflexión del tobillo menor del 50% de su amplitud total.
  4. El paciente para o pregunta para parar (Lunsford, 1995).


Es importante señalar que al realizar la maniobra el explorador debe observar si al finalizar el rango de plantarflexión del tobillo el talón se ha colocado en una posición de varo y si el pie se ha colocado en una posición de supinación


VALORES NORMALES


Según Lunsford y Perry (Lunsford, 1995), 25 repeticiones se considera el estándar para un grado normal. En todas ellas el paciente debe tener colocado el talón en varo y el pie en posición de supinación.


APLICACIONES


Estos test se utilizan en la valoración clínica biomecánica para determinar el grado de competencia que tiene el músculo tibial posterior y su tendón, de forma que cuando nos encontramos ante un test positivo se asocia con la presencia de un pie plano valgo por disfunción del tendón del tibial posterior


VENTAJAS 


Maniobra sencilla y fácil de comprender que la puede realizar el paciente por si mismo sin necesidad de la intervención del clínico. Bien realizada esta maniobra permite predecir el fallo mecánico del tendón del tibial posterior en estadíos iniciales o poco evolucionados, lo que contribuye de forma muy notable a establecer un tratamiento conservador adecuado y mejorar sustancialmente el pronóstico de evolución de la disfunción del tendón del tibial posterior y sus consecuencias sobre el aparato locomotor del paciente


INCONVENIENTES O LIMITACIONES


Este test suele realizarse para evaluar la competencia del músculo tibial posterior y especialmente de su tendón. No obstante, debemos entender que cuando pedimos al paciente que se coloque de puntillas, la primera mitad del rango de plantarflexión del tobillo únicamente se realiza a costa del triceps sural y no es hasta el tercio final del rango de movimiento cuando la acción del tibial posterior contribuye a la supinación del pie y varización del talón . Así, en pacientes con debilidad del triceps sural (de origen neurológico o de otro origen) podemos encontrarnos falsos positivos.

También podemos encontrarnos falsos positivos en pacientes que presentan cuadros de metatarsalgia, en pacientes que presentan rangos de flexión dorsal de la 1ª MTF por debajo de los 20º-30º, en pacientes con coaliciones del tarso o en pacientes reumáticos o diabéticos que presenten importantes restricciones de la movilidad articular por su enfermedad.


BIBLIOGRAFÍA DE APOYO


-          Lunsford BR, Perry J. me standing heel-rise test for ankle plantar flexion: criterion for normal. Phys Ther. 1995;75:694-698.

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